11 Comentarios

Me da curiosidad que dices que cada vez es más difícil escribir a mano. Haciendo introspección me he dado cuenta de que escribo a mano para reflexionar. Por lo general una página en mi diario.

Creo que para proyectos más grandes hace sentido escribir digital, porque avanzas más rápido y te cansas menos. Sin embargo, creo que hay algo en la escritura a mano que no puedes ejemplificar escribiendo en teclado.

Yo lo llamo "Vomitar en la hoja" donde mis pensamientos se quedan en la hoja en forma de palabras y ya no los llevo conmigo en mi cabeza.

Expand full comment
author

Gracias por comentar, Christopher.

En realidad escribo mucho más rápido en el teclado, ya casi sin mirar las teclas, por lo que para mí el acto de "vomitar" se me hace mucho más rápido así. Puedo casi lograr que la velocidad de lo que pienso sea la misma que la velocidad del tecleo.

Con la escritura a mano, lamentablemente, se me ha hecho cada vez más difícil, por lo que solo tomo notas sencillas, apuntes rápidos, pero nada más "profundo".

Expand full comment
jun 19Gustado por Daniel Salas

Me ha gustado el post, Daniel. Con respecto a los consejos de escritura de C.S. Lewis, me quedo con el tercero. Tendemos a pensar que la lectura, al realizarse en silencio, no tiene sonoridad, pero eso no es cierto. Lo que leemos resuena en nuestro interior, y la diferencia entre algo sonoramente bonito y algo que no lo es puede determinar que se continúe o se deje la lectura. La belleza también está algo aparentemente inútil como "cómo suena" una frase en el silencio de la lectura.

Expand full comment
author

Totalmente de acuerdo, Edu. De hecho yo aún no logro callar la subvocalización (esa voz que "nos lee" en la cabeza), así que para mí escribir y leer también es escuchar.

Expand full comment

"¿Quién escribió (y pagó) la noticia que estoy leyendo?"

Esto es algo que tener en mente para el resto de la vida.

En estudios históricos se hace mucho hincapié en analizar y contextualizar las fuentes que se han utilizado para llegar a ciertas conclusiones. Hay algunos límites que es difícil de superar (como todas las fuentes y perspectivas perdidas), pero sí que se puede saber que cuando en al Antiguo Egipto se escribía una crónica de una batalla, el resultado estaba siempre inflaba el desempeño de los ejércitos del faraón.

Esto es algo que aún persiste, seamos conscientes o no. Y más peligroso es cuanto más de acuerdo estás con las afirmaciones, ya que en esos casos tenemos una mayor tendencia a saltarnos los pasos de tu pregunta.

Expand full comment
jun 18Gustado por Daniel Salas

1.- Esto es vital hoy en día, razón por la cual yo ya tengo inculcado un prejuicio de base respecto al consumo de información de medios. Incluyo aquí a think-thanks y revistas especializadas, pero también a declaraciones oficiales de los gobiernos. La lectura de blogs de personas independientes es, en ese sentido, más sencilla, puesto que el conflicto de intereses viene dado más bien a través de ideologías, sesgos, limitaciones en base a los presupuestos de los autores, o simple ignorancia (no somos omniscientes) que siempre son más fáciles de observar.

Nada de esto es un alegato en contra del consumo de dicha información, pues es necesario para conocer. Es más bien una metódica epistémica para ser verdaderamente crítico. Como bien dices, lo fundamental es analizar siempre los presupuestos básicos (o la "teoría") desde los que analizamos las cosas, pues sin consciencia de esto nuestras lecturas están enmarcadas en un marco que nos impide ver más allá.

Cuando uno es consciente de la propaganda y de la instrumentalización de discursos morales aumenta mucho su comprensión del mundo y los conflictos políticos.

2.- [Por no poner dos comentarios, lo pongo todo en uno. Perdona por la "intromisión off-topic", Miguel.]

Al respecto de Kant, yo coincido con Russell en su "Historia de la filosofía" (la cual no recomiendo, pues está muy, pero que muy sesgada): lo qué hizo fue dar un giro ptolemaico, volviendo a poner a la Tierra (al sujeto cognoscente) en el centro del universo del que lo habíamos, por fin (y no por dogma o mero razonamiento, sino por conocimiento sustentado), desplazado. El idealismo filosófico que prioriza al sujeto es incoherente, infecundo y contrario al mejor conocimiento del mundo que tenemos hoy en día. Un constructivismo moderado es lícito y válido, pero fácilmente se radicaliza. Si quieres, puedo desarrollar esto con una reflexión que reconoce aciertos del constructivismo.

Expand full comment
author

Gracias a ambos por sumarse a la conversación.

Ciertamente dudar de quien habla es una herramienta poderosa, que nos invita siempre a tomar las cosas desde lo escéptico en vez de lo dogmático. Aunque como bien dice Miguel, los sesgos persisten aún en conocimiento de ellos.

Sobre el segundo punto de Calda, me interesaría mucho conocer tu punto de vista. Creo que convendría distinguir entre lo que Russell llamaba hard-data y soft-data (en relación a lo que estamos seguros de su existencia). Pero como buen lógico, Russell fue, después de todo, quien escribió que “para crear una filosofía sana, es necesario renunciar a la metafísica y transformarse sólo en un buen matemático”.

Expand full comment
jun 19Gustado por Daniel Salas

1.- No puede hacerse filosofía sin metafísica (o sin ontología), por una sencilla razón: todo enunciado presupone la existencia de algo. Si priorizamos la epistemología, algo presente en toda la filosofía moderna, sin darnos cuenta hacemos ontología, pues presuponemos la existencia de un cognoscente. Por cierto, el constructivismo social presupone sociedades igual que el constructivismo mentalista presupone mentes. Es más, si hablamos de Kant presuponemos que existió un sujeto llamado Kant. La creencia en la historia presupone la existencia de cosas independientes a los sujetos que han existido y dejado de existir.

La crítica epistemología de Kant y de muchísimos otros (pues está presente en filosofías indias y griegas ya muy antiguas) es lícita en cuanto sano escepticismo, pero este escepticismo jamás es "puro" y total. Si el escepticismo es puro, uno no puede pronunciarse ni afirmar nada: ni la existencia de una cosa pensante ni la existencia de una cosa pensada, pues sólo "existe" una sensación. El conocimiento postula postulados indemostrables, pero eso le es inherente, no puede haber conocimiento que no postule, que no trascienda allende las sensaciones. La mera experiencia contemplativa no es conocimiento, y está limitada a la sensación presente (todo lo que vaya más allá de la sensación presente es creencia animal). Por eso, el único escepticismo coherente que conozco son ciertas ramas del budismo estrictamente nihilistas (luego, esos budismos abandonan el escepticismo y postulan dogmas compensatorios más infecundos y con menos virtudes epistémicas que el realismo).

Eso lo vio bien Aristóteles cuando dijo que afirmar que sólo conocemos sensaciones, y nada más allá de ellas, equivale a negar la existencia de todas las cosas.

2.- Te pondré el ejemplo de Donald Hoffman, un físico que afirma que nuestra realidad es una interfaz (o conjunto de representaciones) que busca la supervivencia y no se corresponde con las cosas (cabe observar cómo asumen la existencia de organismos). Es decir, afirma que nuestra interfaz es funcional y no fidedigna; o lo qué es lo mismo: un noúmeno o dependencia prioritaria del sujeto . Trataré de analizarlo con el principio de caridad.

Al respecto de la postura de Hoffman hay que decir dos cosas: sí y no.

SÍ ES FIDEDIGNO: El diseño es fidedigno debido a que en el medio natural, los distintos organismos están expuestos a un ambiente regular (con sus irregularidades) con conexiones de determinación (o contingencia en sentido psicológico si no queremos comprometernos con la causalidad) bien establecidas entre los distintos fenómenos. Esto nos dicen las ciencias.

NO ES FIDEDIGNO: El diseño no lo es, precisamente porqué los principios de aprendizaje (con los que expresamos procesos orgánicos en relación a condiciones ambientales externas al organismo) permiten una adaptación ontogenética al medio, razón por la cual si las condiciones del medio cambian o son artificiales, la "interfaz" cambia.

Veamos un par de ejemplos:

- Los patos siguen al primer objeto móvil que encuentran, lo qué se conoce cómo impronta. Se ha visto que siguen a un humano, a un coche de juguete, etc... a lo qué sea que pillen por primera vez al nacer. En la "naturaleza" (el entrecomillado responde a que un laboratorio humano también es natural, pues es un tipo de cosas materiales existentes), lo primero suele ser la madre. No obstante, se han hecho experimentos en los cuales los patitos aprenden que al caminar hacía atrás o apretar un botón el objeto "madre" se acerca. ¿Qué se desprende de ahí? Que se heredan aversiones y apetencias hedónicas, las cuales constituyen una adaptación al medio, pero no son fidedignas a una realidad extrínseca al sujeto, y por eso son efectivas. De no haber sido así, no habrían sido "seleccionadas" y no formarían parte de la herencia filogenética.

- Si metemos a un bebé recién nacido en una cámara de privación sensorial equipada con tecnología de puta madre y conseguimos sincronizar los movimientos del bebé con movimientos de las cosas a distancia (a dos metros y medio, pongamos), conseguiremos que el bebé "mueva" las cosas a distancia. Es decir, cuando el bebé intenta agarrar algo que ve (cosa que hacen muy frecuentemente los niños), lo agarrará y podrá interactuar con ello.

Estos dos ejemplos, un experimento real y otro mental, a mi parecer, son un argumento a favor de la tesis de Hoffman (o idealista): efectivamente, la interfaz es funcional y no tiene porqué ser fidedigna, en ambos casos. Ahora bien, ¿por qué es funcional? Lo es, porqué en ambos casos hay una intervención humana que modifica el "orden natural de las cosas", y que lo hace, precisamente, modificando el funcionamiento de las cosas, es decir, operando sobre entidades y procesos reales (acercamos el objeto "madre" cuando el pato va para atrás, y movemos el objeto a distancia correlativo a los movimientos del bebé). Lo es, porqué operamos en la realidad externa al organismo operatorio que somos (que no haya una dualidad ontológica no ha de llevarnos al idealismo).

3.- ¿Podemos decir que en vez de las regularidades y procesos materiales de la naturaleza que han posibilitado a los organismos, lo qué posibilita a los organismos, o mejor, a la idea de organismo, a la idea de evolución, y a todas las ideas del mundo, son las ideas de una conciencia, sus propias regularidades? Bueno, me parece un poco absurdo optar por esta postura, ya que tiene pocas virtudes epistémicas. Por muy indemostrable que sea el realismo (no es una verdad analítica), por mucho que sea un postulado filosófico o razonamiento abductivo, me parece una creencia de sentido común, sustentada por toda la evidencia que tenemos y por las virtudes epistémicas de coherencia interna y externa con las ciencias, especialmente en biología y nuestra condición animal. Me parece una explicación preferible a la adopción de esta otra creencia idealista de qué creamos interfaces para sobrevivir (cosa que tiene sentido y es válida y legítima aplicada a su ámbito y acepción) cuando no hay qué sobreviva, puesto que todo es interfaz.

En otras palabras: el idealismo peca de una auto-referencia constante, pues según él, existen ideas (o sensaciones) de ideas (o sensaciones), así "ad infinitum".

Expand full comment
jun 19·editado jun 19Gustado por Daniel Salas

4.- Hacer de la conciencia la substancia es muy problemático; bueno, hablar de substancia es muy problemático, yo la dejaría aparcada por ahí, pero bueno...

Primero: hay que demostrar la existencia de una conciencia, lo cuál no es necesario, ya que esta es una versión moderna del alma. Las interacciones de un organismo con su medio pueden explicarse por el organismo y el medio y los procesos materiales subyacentes, no hace falta añadir una tercera entidad (alma, mente o "cerebro creador" desligado del medio). La conciencia puede entenderse como propiedad emergente de un objeto, sin ser desligable mediante hipóstasis del mismo. O si se prefiere como una función de un organismo, como la digestión. La percepción es un proceso material, una interacción entre objetos (o procesos, si se prefiere). La percepción no es una construcción, asimilación o reflejo; repito: es una conexión ontológica entre cosas.

Segundo, que todo lo que conozcamos sea a través de la sensación no permite deducir que sólo existan sensaciones en una mente. Si yo veo un video, lo que me dirá si el actor es real o sólo virtual no es la propia imagen del video, sino la corroboración empírica del asunto. Eso nos puede llevar al solipsismo. A mi me interesó y me interesa el budismo, yo considero al Buddha un empirista que enseño una doctrina de la causalidad con especial énfasis en el hedonismo (entendido en sentido amplio) y en el conocimiento de las causas que provocan sufrimiento. No obstante, creo que el budismo original degeneró en un idealismo contradictorio que dividió en dos la realidad, que rechazó el conocimiento racional sistemático (véase especialmente el zen y sus "koan" irracionales) y empírico, que saca réditos de su aplicación terapéutica a sus postulados filosóficos (al estilo de William James, que equipara un nivel de creencias legítimas con otro nivel en el cual son totalmente ilegítimas) y que confundió aspectos epistémicos con ontológicos. Sólo hay que ver el desprecio a las cestas originales en pali y chino y la substitución por los suttras en sánscrito, ha habido una modificación de las enseñanzas originales. Menciono al budismo, porqué considero que muchos anti-realistas se basan hoy día en ciertas filosofías orientales sin conocerlas ni entenderlas bien.

Tercero, las ideas de una conciencia o bien las pone Dios (Berkeley) o bien son en si mismas ideas, lo qué nos lleva a la ya mentada autoreferencia infinita. Por ello, para romper esta circularidad, postulan que tales ideas las genera la propia conciencia, que es la substancia verdaderamente existente (esto es un postulado transcendente igual que lo es el realismo). Ahora bien, ¿porqué la conciencia genera interfaces? No tiene sentido, más aun si en las interfaces hay sufrimiento (caso análogo a la maldad de Dios). Entonces, ¿por qué (que diría un entrenador de futbol portugués)? Por la respuesta que da Hoffman, para desvelarse a si misma, respuesta que han dado muchos a lo largo de la historia y respuesta que yo no compro.

Este es el quid de la cuestión. ¿Por qué? ¿Cuál es el mecanismo? Se olvidan del mecanismo, puesto que ahí se les puede pillar!!!

En las posturas idealistas, siempre se afirma la existencia de algo, se da por hecho que existe ese algo. Ya se afirme una mente o un organismo, se parte de la existencia de este. Si la realidad es una construcción de un organismo, o bien se da por hecha la existencia independiente del organismo y se asume cierto realismo, o bien se asume que la mente (o el cerebro en la cubeta) son la realidad. Esto lleva a la "creación" de otro mundo para explicarlo, lo cuál lleva al núcleo del idealismo: adaptar el mundo a la propia teoría en vez de adaptar nuestras teorías al mundo.

Ese es también, a mi parecer, el error de Hume: si afirma que la causalidad es fruto de nuestros procesos psicológicos, asume cierta causalidad en los procesos psicológicos que dan lugar a nuestra impresión ilusoria de causalidad en las cosas. Es cierto que el cabrón de Hume, como dice Santayana, disfrutaba tanto con los "juegos y razonamientos filosóficos" que podía asumir esta pulcra posición sin creérsela.

Por cierto, el libro "Escepticismo y fe animal" de Santayana me parece la obra donde mejor se toman en serio las críticas escépticas y mejor se las refuta partiendo de ellas. Lo recomiendo encarecidamente..

5.- En última instancia siempre puede usarse un argumento clásico: golpear con el bastón al solipsista a ver si le duele; o el de Diógenes: el movimiento se demuestra andando

Expand full comment
author

Guau, Calda. Una vez más agradezco el tiempo que te tomas en escribir e ilustrarnos.

Ciertamente tocas debates fundamentales sobre la naturaleza de la realidad, el conocimiento y la percepción, que no creo vayamos a resolver acá. 😅

Sin embargo, resumo brevemente algunas ideas que tuve mientras leía tu texto:

- El argumento de que toda filosofía presupone la ontología me hizo invocar la fenomenología, que de hecho podría considerarse un desafío a tu posición, pues cuestiona la necesidad de asumir una realidad externa para describir experiencias. (Como trataron Husserl, Heidegger y Merleau-Ponty.)

- El ejercicio de Hoffman lo desconocía por completo, gracias por la mención. Debo revisarlo más en detalle, pues las llamadas al "sentido común" me despiertan suspicacias. Pero lo de la "adaptabilidad perceptiva" ciertamente es una idea muy interesante.

Si bien llevaste mucho más allá lo que "específicamente" estaba escrito en el post, agradezco mucho tus aportes.

Hay otros artículos que he escrito que quizás pueden dar pie a más conversaciones, y/o puedan servir para compartir lo que pienso sobre algunos temas que espero sean de tu interés:

- https://pequen.substack.com/p/realidad-objetiva-o-construida

- https://pequen.substack.com/p/el-computador-en-la-cabeza

Para mí, un gran fundamento de las cosas que pienso es mi formación como biólogo, y tratar de analizar lo que nos pasa como fenómenos biológicos. Después de todo, como escribiera Humberto Maturana, "los seres vivos sólo pueden hacer lo que les está biológicamente permitido", una afirmación que puede aparecer algo obvia, pero que sorprendentemente no suele estar dentro del ejercicio filosófico.

Expand full comment

Yo era pragmatista, incluso noumenalista (por decirlo así), cuando me adentré en la filosofía hace unos tres años, pero poco a poco fui transitando hacía un realismo fuerte y una defensa del sentido común que no acepté hasta hace poco más de un año. Por eso puedo explayarme recordando y reescribiendo mis reflexiones de antaño. Es un placer para mí escribir, me lo paso bien, de ahí el rollazo que te clavo.

Por cierto: las filosofías no son un pack. Existen doctrinas idealistas con mucho contenido materialista y viceversa. Cualquier epíteto (materialista, constructivista, monista, nihilista...) no se aplica a un todo, sino a un referente o acepción concreto. El constructivismo moral es indiscutible, así como el constructivismo de entidades sociales o de ideas. Del mismo modo, uno puede ser monista respecto a una sola existencia (no dualismo) y pluralista respecto al número de sustancias básicas (campos+espacio-tiempo), o pluralista respecto a niveles ontológicos (físico, químico, social, biológico, fenomenológico, tecnológico, eidético...). También decir que hay muchas formas de categorizar el mundo, y todas son válidas siempre y cuando traten sobre algo existente tal y como exista. Yo puedo entender a muchos autores que me hablan de espíritu y alma perfectamente, separando el grano de la paja sin desprestigiarlos. Lo mismo respecto a la independencia de las ideas o de la mente. Lo mismo vale, y si acaso es más importante, para cuestiones políticas: yo puedo coincidir al 100% con una crítica de un conservador tradicionalista y aceptarla en su acepción. Hay que trazar equivalencias semánticas siempre, pues abre puertas y evita dogmas. Cuando hablo de materialismo e idealismo me refiero al fundamento ontológico de postular una primacía del sujeto o una primacía de las cosas externas al sujeto en cuanto a existencia. Vamos, ¿quien fue antes, el huevo o la gallina?

1.- La fenomenología para mi es fundamental (mí ética se basa mucho en ella, hasta el punto de poder parecer subjetivista en ocasiones), y el budismo lleva practicándola mejor que nadie milenios, pero tan sólo es un aspecto de la realidad: el estudio de un dominio de cosas existentes que pueden conocerse y estudiarse de forma objetiva pese a ser subjetivos. Dicho sea de paso: la inmensa mayoría de filosofías no toca la fenomenología por no considerarla de interés, cosa que para mí es un error; es más, muchas críticas del idealismo se enfocan a esto y son riquísimas. Eso supone una lacra, ya que es en el ámbito de la fenomenología (de las vivencias) donde radica el interés que el mundo puede tener, ya que, el mundo "se apaga" sin vivencias (esto es metafórico y cierto entendido en su correcta acepción). Una de las "soluciones" del sufrimiento pasa por estudiar las vivencias, su génesis, sus valencias y los determinantes internos a ellas. A menudo, muchas filosofías críticas con el idealismo muestran una concepción pobre y simplista de este ámbito, incluso lo deprecian sin fundamento alguno, ni entienden el valor y acierto del estudio de lo fenomenológico. Ahora bien, como decía, si pretende aportar conocimiento debe trascender las vivencias. La fenomenología no puede salir de "sí misma", y deja de ser fenomenología al afirmar un sujeto cognoscente, o incluso antes: al afirmar memoria y pasado.

2.- Precisamente, la biología es para mí el fundamento del realismo. Es cierto que los distintos organismos tienen limitaciones y "construyen" su visión del mundo, pero eso es lo que me lleva a ser fuertemente realista. Pongo un ejemplo: para una mosca la mierda es comida, para mí es algo repulsivo. ¿Qué nos dice eso? Nos dice que existe algo con una naturaleza definida (la mierda), junto a otras dos cosas también definidas (la mosca y yo) que en su interacción dan lugar a una "representación fenomenológica" también definida según los objetos interactuantes. No nos dice que la mierda no tenga una naturaleza definida, al contrario, pues si la naturaleza de la mierda o la de la mosca y la mía fueran indefinidas yo podría experimentar lo mismo que la mosca y viceversa. En otras palabras: el constructivismo perceptivo de los organismos nos indica que disponen de una naturaleza definida que posibilita cierta "indefinición" a sus futuros aprendizajes, que hace dúctil y plástica (dentro de límites filogenéticos) su construcción perceptiva. O en otras: sin haber leído a Maturana, él parece afirmar que los hechos son dependientes de los organismos (Ok, aceptado), pero entonces, ¿los organismos son dependientes de qué (pues hemos dicho que los hechos son construcción de un organismo)? ¿existe o no la estructura biológica? Ves, si no existe algo sustancial con independencia a nosotros, acabamos negamos los organismos.

Volviendo a lo fenomenológico y mezclando la biología, nos damos cuenta que las vivencias son cómo son debido a los "marcos filogenéticos" (las categorías de Kant) y a la ontogenia de cada organismo, por lo cuál para analizar mí fenomenología debo asumir su dependencia de mí pasado. Es más, y este argumento fenomenológico me parece fuerte: en la sucesión de vivencias y la similitud entre ellas se nos muestra una existencia más allá de las vivencias, pues vienen y van guardando semejanza.

Dices en el artículo: "no hay nada externo que “le diga” al ser vivo lo que debe hacer, sino que es éste quien responde siempre de acuerdo a su propia estructura"

Hombre, esto es discutible. ¿Cómo es posible que una vivencia regular (el pecho de la madre) modifique a otra vivencia (el hambre del niño) sin existir algo tras la "imagen" del pecho y del hambre? Maturana acierta al decir que el hecho de que el pecho se asocie con el hambre es debido a la estructura del niño (pues para una mosca el pecho de la madre es lugar donde posarse), pero sin el pecho verdaderamente existente el niño muere de inanición.

3.- Obviamente, la realidad siempre es más rica y compleja de nuestra comprensión de ella. Es más: hay límites a nuestro conocimiento. También defiendo que puede clasificarse de varios modos, pero esos modos son lícitos siempre y cuando respondan a cómo es la realidad. Por ejemplo: una célula es tan real como sus átomos y como el organismo del que forman parte. Para mí todo lo que forma parte de las más diversas ontologías tiene (o suele tener) grado de realidad, el problema está en su conceptualización. Las ideas existen, pero no con independencia a los sujetos, por ejemplo.

4.- Si queremos ser pulcros y no pillarnos los dedos, podemos, quizás, negarnos a afirmar un realismo fuerte. Pero, ¿qué respondemos entonces a la pregunta de si existe una estrella llamada Sol y un hombre llamado Daniel en Chile? Para mí es evidente la existencia del Sol y la tuya, y creo que esa existencia es definida con independencia de que esté yo (o toda la humanidad) en el mundo. El Sol seguirá ahí ardiendo, y tú también seguirás escribiendo tu blog. Ahora bien: el Real Madrid o el Bien sí dejan de existir sin nosotros. En otras palabras: el constructivismo es válido aplicado a una parcela de la realidad.

5.- Puedo estar de acuerdo en el uso intencionado de la objetividad por intereses personales y en la aplicación de esto a problemas intersubjetivos. Obviamente, el queso no es bueno ni comer gusanos es malo: es dependiente.

6.- Coincido fuertemente en que la ilusión y la percepción son idénticas. El conocimiento, como dije, no versa sobre ellas, sino que trasciende nuestras vivencias. El ejemplo del pato o del bebe muestra esto: su vivencia es siempre "real", pero la afirmación de existencia material trasciende la vivencia. Como dice Santayana: "la cordura es locura al servicio del buen uso, la vigilia es un sueño controlado".

Un gusto la charla, Daniel.

Expand full comment