🖼️ Una pintura:
En el canto VI de la “Odisea” de Homero se cuenta que Odiseo (Ulises), después de naufragar y pasar días a la deriva en el mar, llega a la costa de la tierra de los feacios. Sucio, semidesnudo y cubierto de algas, el héroe griego se encuentra con Nausicaa, la bella hija del rey Alcinoo, quien pasa la tarde con unas sirvientas.
Este es el momento capturado por el pintor del Barroco alemán Joachim von Sandrart en su obra “Odiseo y Nausicaa”, realizada alrededor de 1640.
La historia cuenta que Odiseo, que lo ha perdido todo, pedirá ayuda a la princesa, quien se compadecerá y le ofrecerá alimento y abrigo, para luego llevarlo ante sus padres, los reyes Alcinoo y Arete. De esta forma, ante la corte de los feacios, Odiseo narrará sus aventuras y será el inicio del fin de su regreso a Ítaca, pues serán los feacios quienes le proporcionarán el barco y la tripulación que necesita.
🍵 Dos reflexiones:
Muchas personas piensan que fijar límites en las relaciones es una forma de lograr que OTRAS personas cambien su comportamiento y actúen distinto. No. Los límites tienen que ver con aclarar y controlar tu propio comportamiento. Un límite es, pues, una regla para ti mismo que dice: si alguien hace X entonces yo haré Y. Por ejemplo: si un amigo me grita durante una conversación, YO me marcho. Si un cliente me escribe fuera del horario laboral, YO no respondo. Por lo tanto, fijar un límite no tiene que ver con otros, tiene que ver contigo. [Fuente]
James Carse describe los dos tipos de "juegos" en los que participamos todo el tiempo: juegos finitos en que jugamos con el propósito de ganar, y juegos infinitos en que jugamos con el propósito de seguir jugando. Dentro de los juegos finitos están los deportes, la política y las guerras. En los juegos infinitos, por el contrario, no importa el resultado. [Fuente]
🦉 Un recuerdo del archivo:
La mimesis es lo que nos hace seres sociales (y lo que nos diferencia del resto de animales). Esta tendencia a imitar los valores y comportamientos de otros es también la razón por la cual el prestigio y el reconocimiento público nos importan tanto. Cuando la mayoría de un grupo social (del cual eres parte) cree que algo es bueno o conveniente, o cree que tal cosa debe hacerse de tal forma, tendemos, lentamente, a absorber y hacer propias esas creencias.
Sigue leyendo → Encontrando al culpable
🪴 Algo más:
Por estos días leo “Fractura”, novela del escritor argentino Andrés Neuman que narra, entre otras cosas, el terremoto en Japón de marzo de 2011. El protagonista, el señor Watanabe, políglota, prefiere informarse de lo sucedido en medios extranjeros:
Mientras anochece, revisa las noticias en diversos diarios latinoamericanos. Leer sobre su país en otro idioma le causa siempre un efecto de incómoda claridad. Como si todo fuese mucho más lejano y sencillo.
Algo parecido opina el autor estadounidense Bill Bryson, quien escribe sobre la alegría de leer noticias en Australia, un país a muchos miles de kilómetros del suyo:
Personalmente, no puedo pensar en nada más emocionante (…) que leer periódicos de una parte del mundo de la que no sabes casi nada. Qué reconfortante es encontrar una nación preocupada por asuntos que no tienen ninguna consecuencia posible para uno mismo. Me encanta leer sobre escándalos que involucran a ministros de los que nunca he oído hablar, cacerías de asesinos en comunidades cuyos nombres suenan remotos, reportajes sobre artistas y pensadores venerados cuyos logros nunca han llegado a mis oídos (…).
Lo que experimentan el señor Watanabe y Bill Bryson es, por supuesto, la maravilla de la perspectiva. Porque cómo vemos las cosas importa. Por eso, aleja la vista, sal del problema, mira a la distancia.