Escribes: "Yo tengo mi empresa y soy mi propio jefe. Me puedo permitir ordenar mis jornadas, mis horarios y mis días libres. Varias personas me manifiestan su “envidia” por tal autonomía.
Sin embargo, suelo recordarles la tensión que se experimenta, cuando tienes un negocio propio, en lo que se refiere a la experiencia de tal autonomía y el compromiso con tus clientes/colegas/proveedores. Una tensión amplificada por la expectativa de disponibilidad (el correo electrónico se puede atender desde cualquier parte del mundo) y el work-from-home.
O sea que, si bien tengo mayor capacidad de flexibilizar mi trabajo, también tengo menos capacidad de desconectarme de él. Esa es la paradoja de la autonomía."
Lo que quería decir es que a alguno le saldrá a cuenta desconectarse si con ello tiene menos escala, ingresos, crecimiento, etc. Como esos psicólogos que solo atienden 2 días a la semana, o las panaderías que sólo abren por las mañanas (comprando el pan congelado, ya no tienen que madrugar).
Ahora entiendo. Claro que sí, pero creo que más que la carga laboral es un tema de preocupación/atención permanente. Por eso resalto el tema de las expectativas (mías sobre mi desempeño, y de otros sobre lo que esperan de "la empresa" y no de "la persona"). Gracias por comentar, Salvador.
Gracias, Béraud tenia un buen manejo de la luz...
Casi se puede sentir la humedad en el ambiente de esa pintura.
Siii, aunque con el barro que seguramente debió impregnar todo en esa época fue más cuidadoso. 😅
No depende de la importancia de esa desconexión?
¿Cómo eso, Salvador? Creo que no te entendí. 🤨
Escribes: "Yo tengo mi empresa y soy mi propio jefe. Me puedo permitir ordenar mis jornadas, mis horarios y mis días libres. Varias personas me manifiestan su “envidia” por tal autonomía.
Sin embargo, suelo recordarles la tensión que se experimenta, cuando tienes un negocio propio, en lo que se refiere a la experiencia de tal autonomía y el compromiso con tus clientes/colegas/proveedores. Una tensión amplificada por la expectativa de disponibilidad (el correo electrónico se puede atender desde cualquier parte del mundo) y el work-from-home.
O sea que, si bien tengo mayor capacidad de flexibilizar mi trabajo, también tengo menos capacidad de desconectarme de él. Esa es la paradoja de la autonomía."
Lo que quería decir es que a alguno le saldrá a cuenta desconectarse si con ello tiene menos escala, ingresos, crecimiento, etc. Como esos psicólogos que solo atienden 2 días a la semana, o las panaderías que sólo abren por las mañanas (comprando el pan congelado, ya no tienen que madrugar).
Por cierto, me encanta ese cuadro !!!
Ahora entiendo. Claro que sí, pero creo que más que la carga laboral es un tema de preocupación/atención permanente. Por eso resalto el tema de las expectativas (mías sobre mi desempeño, y de otros sobre lo que esperan de "la empresa" y no de "la persona"). Gracias por comentar, Salvador.
Si, la atención permanente. Mientras algunos o muchos empleados y funcionarios desconectan cuando salen del trabajo, pocos empresarios lo hacen.
Pero esto creo que es ahora. Me parece que en el siglo XIX y principios del XX, los empresarios (medianos) desconectaban mucho más.